Por otro lado, por muchas cruces que adornen los pasillos de los hospitales, por más que los inaguren con nombres de santos o vírgenes y hasta les inserten en la nomina a monjitas para atenderlos, estos son sencillamente negocios. Los hospitales, clínicas, médicos, enfermeras están para hacer dinero. Al ser un negocio están sujetos a las leyes de oferta y demanda. Así que entre más fumadores, abusadores de licor, drogas, fanáticos de la sal, azúcar, grasas y del poco ejercicio, mayor será la demanda por servicios médicos de toda índole. Algunos dirán, cual es la relación del licor con los servicios de salud? Pues que entre más gente ebria exista en espectáculos públicos o en la calle, mayor es la propensión a accidentes y riñas, que terminan en las puertas de emergencia o las morgue de los hospitales. Mientras tanto la capacidad instalada de los hospitales, clínicas y centros de salud es limitada y el componente profesional en la salud también es limitado. En los Estados Unidos por ejemplo, toca que contratar personal desde África o Las Filipinas porque hay una escasez sistemática de enfermeras a nivel nacional. Hasta el 2012, habían tres médicos por cada mil personas. Las desproporciones en la ecuación donde los pacientes por un lado crecen de manera exponencial mientras los recursos que atienden la salud están casi estancados, hacen imposible e inverosímil pensar en precios bajos para los servicios de la salud, las medicinas o los sistema de cobertura de seguros. Existen países en Latinoamérica por ejemplo, donde más del 50% de la población padece de obesidad. Así mismo, en los Estados Unidos, la obesidad es el mayor problema social junto al abuso de sustancias alucinógenas. Y que decir de las enfermedades sicológicas. En 20 años o quizás menos la ansiedad y las depresiones serán una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial, según la Organización Internacional de la Salud. Cual es la solución a todo lo anterior? La respuesta esta en la institución de la medicina preventiva. El problema es que como esta no es negocio y no es conveniente impulsarla pues se quedarían sin pacientes muchos y se afectaría la industria de los medicamentos entonces se mantiene escondida al público. Si de hoy en adelante la gente decidiera comer con moderación y más sanamente, decidiera fumar menos y hacer más ejercicio, entonces la ecuación de oferta y demanda se equilibraría y la mayor competencia entre las instituciones médicas se daría en el plano de los menores precios y el mejor servicio a los pacientes. Preguntará usted, como se puede impartir la medicina preventiva?. La respuesta es: Desde las escuelas o claustros académicos. A través de tecnología (Telemedicina), programas televisivos, telenovelas, vallas publicitarias, zonas de ejercicio en parques públicos, horarios mas “normalizados” en las zonas de tolerancia y más equivalentes a Deepak Chopra y Beto Pérez visitando nuestros países. En el campo institucional, las compañías de seguros de salud podrian establecer “rewards” o descuentos para aquellos pacientes que mejoren sus condiciones de salud de acuerdo al examen anual. Si su colesterol esta en los niveles de 280, 320 y el próximo año usted lo baja a menos de 100 entonces usted podría pagar menos por su seguro de salud. Señoras y señores, la decadencia de una sociedad comienza con las malas condiciones de salud de sus individuos y no es de extrañarse que de allí se derive la destrucción del medio ambiente en el que estos viven.